¿MI ECONOMIA...?


¿Alguna vez le has pedido a Dios, que te haga de tal manera próspera, que no solo puedas solventar tus necesidades, sino que hasta puedas ayudar a otras personas?

En algún momento de mi vida lo hice.
Y sabes que sucedió?


Y sabes que sucedió?
Pues Dios me contestó, y me dijo:... –“Te voy a llevar a cero para que aprendas a depender de Mi”.
¡Y... lo cumplió!!!
No lo hizo en un momento. (me hubiera muerto).
Pero fue sucediendo poco a poco, comenzó con el trabajo, todo tipo de ingresos (vendí mermeladas, tacos, extinguidores, calendarios, agendas, medicina naturista, artículos de belleza, yogurt, comida casera.)
La situación se me complicaba, pues de mi dependían mis tres hijos pequeños, y no tenía más que una cantidad que el papá de ellos me daba, cuando quería, y lo que quería.( casi siempre muy poco)
Hasta que un día cansada de la situación, se lo dije a Dios (mi Marido), y no
de modo muy correcto
En este punto de mi vida, estaba enferma de una tremenda gastritis (producto de preocuparme por la situación económica), mis nervios estaban deshechos, me dolía todo el cuerpo, estaba muy triste y deprimida, de ver que lo que me predicaban el domingo de prosperidad, en mi no se cumplía. La depresión se estaba apoderando de mi, y era tan mala nuestra alimentación que el cansancio era mi compañero todo el tiempo.
-“¡Ya no puedo más! –le dije- ¡Estoy harta de hacer el papel de papá y mamá, y no poder resolver nada.! ¡¡¡¡O haces algo, o haces algo!!!!

Lo primero que me hizo entender, es que soy una mujer, hecha para ser madre y no padre. Por lo tanto, nunca podré pensar o hacer algo como hombre. Y si El es mi marido (Isaías 54:5), entonces había que dejarle el papel de varón a Dios.
Por lo que aprendí a descansar que como marido, es proveedor, pero también papá de mis hijos, y también el que me dirige a las mejores decisiones, pues es Cabeza de nuestro hogar.
Es así, que debiendo más de 8 años de la hipoteca bancaria del departamento, la liquidó con una moneda de 10 centavos.
Me abrió puertas (con personas desconocidas) para hacer comida casera y poder irnos levantando económicamente. (Se contactaron conmigo de una manera sobrenatural).
Durante más de 7 años, “no me dejó” tener un trabajo “estable”, pero me demostró en cada momento que El tenía el control de la economía, nunca nos quedamos sin comer, vestir o calzar, así como los servicios de teléfono, gas, luz, agua, etc. Fue un tiempo maravilloso, en donde como mujer “descansé” en su provisión.
Muchas veces, solo lo necesario; a veces hasta vacaciones pagadas totalmente por El. (15 días en la playa).
Quiero decirte con esto, que El es real como marido, proveedor, papá de nuestros hijos y lo que tu necesites.
Como todo en el Reino, se toma por fé. Y fé es una decisión.
Si te ha dado promesas de prosperidad, y aún no se han hecho realidad en tu vida, no desmayes, decide creerle, El no miente. Te aseguro que en el momento en que te “sueltes” a sus brazos, y decides totalmente en tu corazón, confiar, verás los resultados.
Nunca dejé de diezmar, ofrendar, y bendecir.
Hebreos 13:5 nos dice que: -“ Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque El dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Mientras estuve en el proceso de aprender a depender de El, muchas veces me hizo recordar éste versículo.
Ahora, me habla de abundancia. Sin embargo todo tiene su tiempo. (Eclesiastés 3:1).
Querida amiga, cuando sientas en tu estómago un gran nudo por la falta de economía, respira hondo y cree que Dios tiene todo en control... Y descansa en eso. Verás Su mano moverse a favor de ti.
Todo se reproduce según su género. (Génesis 1:11 y 12). Bendice ropa; bendice zapatos; bendice dinero; bendice comida. Lo hago y funciona.
Si deseas hacer preguntas más específicas, puedes ponerte en contacto con nosotras y con mucho gusto, te contestaremos.

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